miércoles, 5 de marzo de 2008

La rabia


Las mismas endebles balsas se hunden hoy junto al archipiélago del Mar de las Antillas. Los mismos balseros que, de forma ilegal y desesperada, se lanzaban a cruzar el estrecho de Florida en el eufemístico periodo especial. Las mismas embarcaciones pesqueras que, de pescar apenas trataron, naufragaron también emigrando al sueño y escapando de `cayos malayos´. El caribe, que viste de chándal y camina anclado, ha mudado a traje oscuro y corbata. Los `Castros´, como los restos de poblados romanos, siguen inmunes de pié. “Fidel está ahí” dice él, “como siempre” pues la eternidad son sólo 50 años.

Las mismas formas se repiten como antaño. Falsas promesas nos esperaron tras la constitución del 40, tras la cesión del poder, tras la elección del pueblo que, más tarde Fidel, donde dijo digo dijo Diego. Al igual que su hermano mayor, de palabras huecas esperan voluntades vagas. Y en la misma periferia antes acorazada, y preventiva ahora, suenan los cantos favorables a la intervención del pueblo en el gobierno. “Pacífico y democrático” es el cambio en Cuba para Condolezza, quien sin embargo y sin vergüenza, con dureza lo aplica en los desiertos nucleares. Pero Raúl recibe aplausos de quien recibe crudo, ya que de bien nacido, el venezolano, también es ser agradecido. Chávez asegura que la isla pasará por una sucesión sin traumas, pero sería menester saber y preguntarle, ¿sin lesiones emocionales para quién?

Pregunten al Grupo de los 75 que, tras horrores y maltratos, hablan ahora viendo las rejas desde fuera. Donde Octavio Paz es subversivo y al derecho se responde con `derechazos´. Donde la tortura es el pan de algunos días, donde las visitas llegan desnudas y las familias son humilladas. Donde se exportan doctores y se importan dolores. Donde la libertad se consigue si el eco de las palizas resuenan como tambores. Pregunten por las detenciones azarosas, por sus fines propagandísticos y por las ejecuciones.

El ex Comandante escribiendo carga el arma y pronunciando dispara. El fuego ideológico que le gusta a Fidel, prende la llama de una tela bordada con estrellas y barras. A Demócratas otorga la “posición embarazosa” que les lleva a proclamar exigencias a Cuba, para que ningún voto se quede en casa. Y descubre el sinónimo americano que, apuntando al sector Republicano, dice el ex revolucionario que cuando en Cuba se pide cambio, “anexión responde el adversario”. Su mensaje, también, con continente viejo viene y al continente viejo va y, si “conviene ahora danzar con la música de la democrática y libertad”, recuerda Fidel, que Europa colonizó donde hoy extraen energía, materias primas y buscan mano de obra barata descalificando su moral.

Las mismas pateras surcarán temblorosas sin mirar atrás su república. Los mismos cayucos, llenos de herederos de la independencia, de la revolución triunfante, y del Che Guevara huirán del castrismo que Raúl encarna. El pueblo cubano sabe que sólo habrá esperanza, cuando muera el perro y, con él, la rabia.