viernes, 6 de noviembre de 2009

La teoría del círculo negro (Segunda parte)

Eso es lo que ocurrió entre dos personas en aquel bar. Un chico aseguraba que Bussaca había meado en el campo e, independientemente de que tenga razón ya que no podemos descartar que efectivamente el árbitro decidiera desahogar su vejiga, su afirmación partía de una imagen censurada que no esclarecía el hecho en sí. Muchos pensarán que simplemente algunas personas son menos o más críticas con lo que le cuenta la televisión, pero yo intento exponer aquí que lo que le pasó fue que una vez más se cumplió la teoría del círculo negro. Dirán ustedes: ¿Pero que es la teoría del círculo negro? Bueno, paciencia, vayamos despacio que es como se descubrió el espacio.
Toda la información que recoge el ser humano, todo lo que escucha, lee, observa, siente o intuye, todo eso que llega a nuestro cerebro (la información) es la suma del hecho captado más nuestra propia interpretación. Es decir, cuando vemos, por ejemplo, una película, la información que recogemos sería la suma de la proyección (siempre igual e inmutable) y nuestra percepción (única de cada persona). Es decir, el hombre ya crea puzles mentales incluso cuando la información le es dada en su totalidad, sin cortapisas. Nada nuevo en el horizonte como ven. ¿Pero qué significa esto? Pues que la realidad que se nos presenta deja de ser objetiva y aunque fue concebida para no mutar con el tiempo, en la práctica muta, y pasa a ser una realidad subjetiva. Esta nueva realidad que vemos es ya la única válida en el tiempo para nosotros y puede mantenerse así hasta el día de nuestra muerte o cambiar drásticamente con el tiempo. Por lo que la realidad pensada del director pierde en favor de otras realidades (infinitas) que ocupan su lugar. Digamos entonces, antes de seguir avanzando, que la realidad objetiva invariable deja de existir y nos encontramos “tan sólo” con infinitas realidades subjetivas que pueden variar o no. Por eso se suele decir, por ejemplo, que en el periodismo la objetividad no existe, y permítanme decirles que de no ser cierto esto, sobrarían muchos periódicos.
Pero la teoría del círculo negro se centra más en las cadenas lógicas del pensamiento. Esto es, después del uno viene el dos y así sucesivamente. Si tomamos las matemáticas y llegamos a la conclusión de que uno más uno son dos y que dos es menor que tres, nadie en su sano juicio podría defender que uno es mayor que tres. Así que una de las formas del pensamiento humano tiene en cuenta la lógica, siendo verdadero todo aquello que sigue sus premisas. Cuando el hombre no encuentra explicación (por carecer de lógica) a un hecho, este no pasa a ser falso, sino incierto, es decir, en ese momento temporal se ignora si es verdadero o no. La primera cadena lógica que aparece en la mente de las personas cuando observan una imagen censurada es el motivo de la censura, es decir, pensamos que si un gráfico no se nos ofrece en su plenitud es porque hay algo que era necesario tapar parcialmente. Cuando vemos al árbitro con un círculo negro en la cintura, por lógica pensamos que al destapar la censura algo será fuera de lo normal. Es por ello que los lectores intuyen la ausencia del tanga cuando ven en alguna revista la entrepierna pixelada de alguna señorita ligera de ropa.
Derivado de la lógica nos sobreviene también la construcción de la realidad. En periodismo el redactor no sólo describe los hechos tal cual los conoce, sino que ordena la información que recoge y rellena los pequeños huecos que, aunque no alteran de forma sustancial la realidad contada, se suponen indispensables para poder desempeñar su profesión. La Construcción de realidades no guarda relación con la invención, es decir, no es lo mismo construir que inventar. El proceso se separa en el tiempo ya que a la labor de construir precede la de inventar, de la misma forma que llega antes un arquitecto que un albañil a la zona de edificación. Además del factor tiempo, otra diferencia entre estos dos términos es la materia con la que trabaja, es decir, mientras que son piezas lo que utilizamos en la construcción, estas tornan en ideas en la invención. El ejemplo periodístico nos viene como anillo al dedo para terminar con la explicación: el periodista construye realidades pero es evidente que el verbo utilizado (construir) es un juego de palabras, ya que no se sirve de piezas sino que antes se sirve de ideas, antes inventa. No pretendo decir que los periódicos son una invención, si no que es necesario inventar para poder escribir la realidad.

1 comentario:

Voz en off dijo...

Estás un poco obsesionadillo con el fútbol